Podría disimular cuánto te extraño pero nunca fui hábil mintiendo.
Podría admitir que me haces falta alguna noche, y algún día.
Podría dejarme consumir en tu ausencia.
Podría reabrirte mi alma aunque me aterroriza que solo quieras pasearte por ella.
Podría confesarte que moría cuando me negabas y mataba por que me amaras.
Podría implorarte que me enseñaras de nuevo a perder la razón pero no recuerdo si me la devolviste.
Podría suplicarte que me dejaras al fin descubrir tus secretos, porque yo te regalé los míos.
Podría reconocer que te adoré en mis desvelos y mi insomnio respondía en tu nombre.
Podría haberte rogado un minuto más, una caricia nueva, una ilusión certera.
Podría deshacerme en tus brazos sin miedo ni vergüenza.
Podría cruzar los mares para no ahogarme en el mutismo.
Podría seguir disculpándote, protegiéndote y justificándote.
Podría incluso despojarme de mi orgullo si eso te aliviara.
Podría ser tuya sin preguntas ni misterios, sin condición.
Podría entregarte mi vida aunque sin garantías ni fecha de vencimiento.
Podría incluso olvidar que todo eso ya lo hice ¿te acuerdas?
Podría empezar de cero.
Podría, porque ayer pude.
Pero hoy ya no puedo.
Cada frase me resulta muy familiar… Enhorabuena por el post, es puro sentimiento, perfecto.
Un saludo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias por tu comentario!! Seguiremos escribiendo 🙂 Saludos!!
Me gustaMe gusta