Motivos.

Cuántas veces nos vemos dando explicaciones sin ton ni son, y cuántas veces nos quedamos callados cuando somos preguntados. Cuántas veces nos sentimos incomprendidos, cuántas desterrados. Cuántas veces presuponemos, cuántas nos equivocamos.

Motivos. Motivos que hacen que nos sintamos esclavos de unas explicaciones que no damos porque ni tan siquiera sabemos dar. Porque no tenemos respuestas, porque no hay ganas, porque son tan íntimas… porque no lo entenderán.

Razones. Razones que nos invaden, que nos cuestionan, que nos animan. Que nos anclan no sabemos bien a qué, que forman parte de lo emocional, que no son tangibles, que nadie puede compartir porque si no lo viven no lo sabrán.

Preguntas. Preguntas que nos hacen y nos hacemos. Que estallan de repente, que polemizan y que exigen. Que buscan temblorosas las respuestas que queremos evitar. Que nos invaden, nos agobian, y a veces también nos liberan.

Palabras. Palabras que se atragantan en el nudo que no conseguimos desatar. Que fluyen por la mente como un torbellino y que mueren en un grito ahogado. O no. Palabras que inventamos para no herir, o para hacernos aún más daño.

Verdades. Verdades que ocultamos y que aireamos, verdades de madrugada, confesiones en mensajes que nunca se mandan, en llamadas que no se marcan. Verdades que necesitamos saber, creer, poder darlas a conocer.

Mentiras. Mentiras que nos refugian de la realidad, que nos guían, que nos amordazan. Mentiras piadosas para proteger al otro del abismo que imaginamos, mentiras que causan alivios y dolores, mentiras de tantos colores.

Secretos. Secretos que guardamos, que nos confiaron, que nosotros contamos. Momentos prohibidos, vínculos que parecen inexistentes y son tan reales… Confidencias oscuras de a dos, misterios que recubren los celos que nos invaden cuando no entendemos, no controlamos y no conocemos.

Sueños. Sueños que custodiamos por miedo a que nos los rompan. Porque son nuestros sueños más anhelados, cargados de motivos tan complicados, de razones inexplicables, de preguntas sin respuesta, de palabras que desgarran llenas de verdades y de secretos que se ocultan bajo infinitas mentiras a veces tan banales.

Pero tenemos la mala costumbre de dar por hecho cuestiones equivocadas sin preguntar si eso es cierto, dejándonos llevar por antecedentes emocionales, por retales de historias que conocemos a medias, por suposiciones, por teorías conspirativas, por el chisme que escuché, lo que me contaron, lo que un día quise creer.

Y muy pocas veces nos sentamos frente a frente a mirarnos a los ojos, a dejarnos en nuestros silencios, en nuestras preguntas vacías de réplica, en nuestras decisiones viscerales, en nuestros instintos, en nuestros aciertos y errores.

Porque pocas veces intentamos arreglar los rotos con abrazos.

Y demasiadas veces nos obligamos a hacerlo utilizando sermones.

Autor: Cristina CG

(De)formación periodista, me cubro y descubro según las circunstancias. Acumulo vivencias y archivo recuerdos. Tropiezo, caigo, escribo y me levanto. CRISTINA CG.

Un comentario en “Motivos.”

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: