Se levanta de la cama para irse
como cada mañana, como siempre hace,
como si no importara nada
como si todo fuera así de fácil.
Un simple gesto… Vete, adelante.
Mientras lo mira vestirse resuelto
acurrucada ella entre las sábanas se pregunta
qué es lo que tanto les arde para no poder saciar la sed
de ese sexo que buscan como una droga que los calme.
Pero lejos de ser un bálsamo
el silencio que prosigue al delirio
los atrapa en un bucle de llamas asfixiantes
que atormenta y libera a partes iguales.
Otro día más siguiendo con sus vidas
cargando una mochila de egos, mentiras y miedos
arrastrando el pasado y el amor por los suelos.
Pero los minutos la quiebran y el silencio la mata,
para qué tanto esperar, tanto dolor…
piensa ella a media tarde.
Hola y adiós, ahora sí y ahora no
deshojando margaritas
¿por qué?
Si dicen que él no la quiere, ni ella lo amó.
Pero cae sobre ellos la confusa noche
y con una llamada, un mensaje, un guiño a escondidas
se encienden una vez más las ganas de curarse los vacíos que otros les anidan.
Hoy tengo ganas de ti, ay si pudiera…
La madrugada olvida la censura y los innumerables hasta aquí,
ya no más, este es hoy nuestro final…
Porque cuando se miran y se desnudan
vuelven a ser dos animales ebrios de embrujo y deseo
dispuestos a ahogar el alma en esa cama
que cobija aromas distintos y anhela otros cuerpos
cosiéndose a besos la piel hecha jirones,
lamiéndose todos los rincones
olvidando responsabilidades, mentiras y pudores.
Pero de tanto jugar al límite
desamparada un día ella perdió
en aquel tablero de carne trémula y fuego sin reglas
lo único que le valía la pena
y desbaratando sexo y corazón se despechó.
Y qué querías, niña ingenua…
Atarte a un amor condenado a deshoras
si siempre fuiste la reina del destiempo
llegando tarde a las citas de la vida
arañando atenciones en cada suspiro que pierdes por querer luchar contra el viento.
Saltó de la cama para regresar a su mundo
como siempre hace, tan fácil y calculado,
pero esta vez ella tuvo que forzar una sonrisa
mientras se sintió entre un caos de sábanas
convertida de pronto en el juguete roto
de las travesuras y los caprichos de un niño malo
que halaga y seduce hasta lo inesperado
por ganarse el reto de tenerla con los ojos vendados,
las piernas abiertas y el control en sus manos.
.
Está muy bien Cristina.
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Muchas gracias Jose!! Un abrazo 🙂
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Escribes de una forma de una manera …..que me haces temblar de emoción !! Realmente son muchas palabras verdaderas que una que otra vez tal vez lo hemos vivido es tan profundo lo k dices que me dejas totalmente paralizada llena de mil emociones te felicito
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Muuuchas gracias, Bárbara!! Me hace feliz que te emocione y te llegue!! Un abrazote!! 🙂
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Pones mucha pasión en lo que escribes! Me ha encantado, enhorabuena!!
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Artista!!!!
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Está bien, un contenido algo misterioso, pero ¿seremos la generación de los juguetes rotos? Yo aún tengo esperanza!
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Yo también la tengo! Imagino que todas las generaciones tienen algo de juguete roto. Saludos!
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