Sí, como dice la canción, hoy tengo ganas de ti…
Ganas de escuchar tu risa infantil sonar en esta calma abrumadora. Ganas de sentir el calor de tu aliento sobre mi nariz, de respirar tu aire y de volverme loca. Hoy tengo ganas de caminar a tu lado agarrados de la mano y en silencio, sin más. Y también tengo ganas de estallar mis miedos y mis neuras ante ti. De gritar.
Tengo ganas de verte dormir y hasta de escucharte roncar, y tengo ganas de darte un codazo para hacerte callar. Tengo ganas de ir al cine con tu criterio y mis expectativas, y de discutirlo con sushi al final. Tengo ganas de leer tus novelas preferidas, de perderme en tu música underground y de burlarnos de nuestros guilty pleasures sin vergüenza ni piedad.
Tengo ganas de viajar contigo y de seguir explorándote en tus pasiones y cobardías. Tengo ganas de recorrer el mundo y tu cuerpo con la misma intensidad. Ganas de pelear, de molestar, de enamorar. Tengo ganas de tus pláticas veladas, de tus ojos vívidos, de las cosquillas que me aseguran quererte siempre un poco más.
Tengo ganas de desayunar tu sonrisa y tu mal genio, de ducharme contigo los domingos y de apurarte los miércoles. Tengo ganas de pisarte los pies al bailar, de acariciarte hasta el amanecer, de dejarnos llevar. Tengo ganas de hacerte temblar.
Tengo ganas de que me arranques el corsé que me ata no sé si la vida o el alma. Tengo ganas de ser tu «es ella», siendo todas y ninguna. De arrugarme los temores junto a ti y de remendar mis labios cosidos a los tuyos. Tengo ganas de esperarte y desesperarte los días y las noches que se acomodan en aquel sofá.
Tengo ganas de que dibujes formas imposibles recorriendo los lunares de mi espalda y de trazar con mi lengua el mapa de tus tesoros. Tengo ganas de compartir fútbol, acción y drama. Tengo ganas de descifrar tus reservas y completar juntos los crucigramas. Tengo ganas de despojar raíces y de volar mañanas.
Tengo ganas de entregarte mi dolor y lamer tus heridas, de curarnos a besos la ausencia y olvidarnos después. Tengo ganas de salir de ti, y de volver, y de partir. De que me dejes dejarte, de que me retengas, de que me contengas, de que me desarmes. Tengo ganas de brindar por esta cándida segunda adolescencia, de amarnos por los rincones, y de odiarnos también.
Tengo ganas de meterme en la prisión de tus tormentos y en tus sueños de libertad. Tengo ganas de que me arranques la piel a tiras en cada desgarro que nos enreda quitándonos la ropa con tanta sed, desnudándonos ya no sé el qué. Tengo más ganas cada día de volverte a ver.
Hoy tengo ganas de ti, de todo lo bueno y todo lo malo que te doy y que me das.
Tengo ganas de ser, de parecer y de estar.
Tengo ganas de llenarme con tu vacío, de hacerte estallar los deseos en mi boca, de no rendirnos jamás.
Hoy tengo ganas de ti, de desearte tanto y de que me pidas aún más.
Que bien escribes!!! Felicidades una vez más!!
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Graaaciaaaas!!! 🙂
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