Islandia, el David contra Goliat

Ayer no fue un buen día para mí en lo que a fútbol se refiere y hoy todavía colea la pesadumbre y el enfado por la derrota de España ante Italia. No jugamos bien, eso es un hecho, hicimos una primera parte de pura vergüenza e Italia nos pasó por encima sin piedad. Llevaban mucho tiempo gestando su propia vendetta, agravada por la humillación de aquel 4-0 en la final de la última Eurocopa, y al fin encontraron el momento tras 22 largos años sin superarnos en partido oficial.

Mal momento para nosotros, que empezamos el torneo con muy buenas sensaciones, con la esperanza de que la vigente campeona de Europa había olvidado su fracaso en Brasil para resurgir de nuevo con su particular ‘jogo bonito’ que tantas alegrías nos dio. Iniesta, el rey, volvía a llevar la batuta del equipo y enseguida cotizamos más en las apuestas y en las propias aspiraciones. Hmire-como-quedaron-los-octavos-de-final-de-la-eurocopa-2016_367261asta que llegó Croacia con sus Modric, Rakitic, Perisic y demás ics para ponernos patas arriba el camino «fácil» y complicarnos tontamente la vida. Y sí, mamma mia la Italia!

Aunque en la segunda parte sacamos garra, los errores en fútbol se pagan y ya estábamos más que sentenciados. Nos volvimos a casa con el sabor amargo de la derrota, la humillación de ese segundo gol a bocajarro en el 91′, y la tristeza de ver cómo se termina nuestro ciclo diciéndole adiós a la mejor generación de la historia, que difícilmente se volverá a repetir. Ahora lo que queda es seguir adelante, renovar jugadores y proyectar un nuevo estilo de juego que nos ponga otra vez entre los mejores, donde debemos estar.

Pero la noche no acabó ahí. Triste y todavía con mi camiseta pegada a la piel no podía creerme la sorpresa, hasta el momento, de esta Euro: Inglaterra hacía también las maletas al ser derrotada por una increíble Islandia. Mal de muchos, consuelo de tontos. Dicen.

Islandia. Esa «tierra de hielo» de poco más de trescientos mil habitantes al sur del círculo polar Ártico repleta de glaciares y volcanes de nombre impronunciable. Islandia, ese pequeño país que estuvo a punto de morir en 2008 y que hoy es un ejemplo a seguir sobre cómo se pueden hacer las cosas de otra manera y salir adelante con solvencia. Islandia, que ha devuelto los 1.800 millones de euros que le prestó el FMI antes del tiempo previsto y que desde 2011 acumula cifras de crecimiento económico estable. Islandia… Quién nos lo iba a decir.

Los holandeses ya padecieron la desdicha de quedar fuera de la Euro en la fase de clasificación precisamente en manos de ese equipo humilde que bien podría ser el representante de cualquier pequeña ciudad europea. Portugueses y húngaros se las vieron y se las desearon en la fase de grupos para rascar un empate, y a los austriacos los mandaron también a casa. Ahora le ha tocado a la poderosa Inglaterra decir adiós. La inventora del deporte más bonito del mundo hace tiempo que dejó de leer las instrucciones, pero nadie se esperaba que un «segundón» la dejara fuera en octavos de final. Doble Brexit en cuatro días no será fácil de digerir… Poor English.

Pero ésta es, en definitiva, la grandeza del fútbol, y precisamente en Inglaterra esta temporada vivieron uno de esos milagros que no lo son tanto: el Leicester se proclamó campeón de la Premier por su dedicación y esfuerzo diario. Por su pasión, su ambición, sus ganas. Y sobre todo, por su modestia. Estoy convencida de que Islandia, como todos esos «segundones» que este año tienen cabida por primera vez en la Eurocopa, darán un giro de tuerca (que ya están dando) para hacernos entender al resto que los equipos más allá de sus nombres los conforman sus personas. Que una cura de humildad siempre es necesaria, que los de abajo siempre luchan más y que nunca hay que subestimar a un contrario.

Si no, recuerden a David contra Goliat.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor: Cristina CG

(De)formación periodista, me cubro y descubro según las circunstancias. Acumulo vivencias y archivo recuerdos. Tropiezo, caigo, escribo y me levanto. CRISTINA CG.

4 opiniones en “Islandia, el David contra Goliat”

  1. Creo que se ha ido a esta copa de Europa con excesiva confianza, por parte de jugadores y entrenador, con un 11 demasiado fijo.Internacionalmente nos quedan las Olimpiadas del Brasil, donde habría que poner todos los medios por parte de la Federación de Fútbol para lograr una buena selección.

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    1. Sí, creo que el 11 fue demasiado estático y no hemos sabido leer los dos últimos partidos contra rivales que ya conocen bien nuestra forma de jugar. Renovarse o morir! Por desgracia tampoco estaremos en Río 2016, la Sub 23 no logró la clasificación para las Olimpiadas así que habrá que esperar próximos torneos! Un abrazo!

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  2. ¡Tienes razón Cristina!.Se me pasó por alto,y es verdad que no pudieron clasificarse.Que malas pasadas te juega la mente.Pues parece que más blancos, no podíamos quedarnos ni con detergente.

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