Si hoy te has levantado de mal humor, si casi estampas el despertador contra la pared, si las tostadas cayeron por el lado de la mantequilla, si perdiste el autobús o te quedaste inesperadamente sin gasolina, si pinchaste la rueda de la moto, si pisaste una mierda en la esquina… Tranquilos, la culpa es del ‘Blue Monday’.
Para quien no sepa de qué hablo, sea ajeno a las redes sociales o inteligentemente no retenga estupideces en su memoria, el ‘Blue Monday’ es, según un psicólogo de la Universidad de Cardiff (aunque daría igual de donde fuera), el día más triste del año. ¿Por qué? Porque él y una agencia de viajes así lo decidieron allá por el 2005 como eslogan para una campaña publicitaria. Y con los años, como nos gusta acumular tonterías, lo hemos convertido en una marca más del calendario.
Al parecer mediante la pseudofórmula 1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA se puede determinar que el tercer lunes del año es, entre los 364 días restantes, el más odioso y deprimente. El clima, las deudas navideñas y el éxtasis motivacional de año nuevo que se diluye con el paso de los días parecen ser la clave de todo esto que da como resultado un lunes de mierda en todo su derecho y esplendor.
Tengo que decir que siempre fui de letras por mucho que los números me quieran perseguir allá donde vaya, sin embargo tampoco hay que ser muy despierto para darse cuenta de que esta fórmula carece de sentido alguno. Porque vamos a ver: ¿las deudas navideñas? Bueno… A mí los cargos de la tarjeta me llegaron el 5 de enero, y los gastos de Reyes los pagaré el 5 de febrero, ¿ya no tendré derecho a llorar por mi dinero ese día? En segundo lugar, el clima… Pues sí, tenemos un frío del carajo esta semana pero por lo menos luce el sol, ¿por qué estar tan tristes? Que ya vendrán las nubes negras para encerrarnos en depresión. Y en cuanto a la desmotivación por los propósitos que juramos en año nuevo y aún no hemos puesto en marcha no hay que olvidar que todavía quedan once meses para intentarlo, por favor ¿quién tira la toalla en la primera quincena? Las ilusiones no caen tan rápido.
Igualmente parece que hoy tenemos derecho a la pataleta, al cabreo, al enfado. Hoy podemos ser esos hijos de puta que siempre somos, nada más que con el beneplácito del calendario. Hoy no pasa nada con las lágrimas ni los portazos, de verdad, hoy todos podemos ir por la calle refunfuñando. El tercer lunes del año… Menuda majadería. Las penas van y vienen, los llantos, las tristezas, las malas rachas y los desengaños, ¿por qué ponerles fecha? ¿Por qué vivir tan encorsetados? Si quieres llorar hoy, llora. Yo lo hice ayer sin que me respaldara ningún anuario. Si estás triste date un momento para determinarlo, para asumirlo y para remediarlo. Y luego sécate las lágrimas y vuelve a levantarte hoy, mañana y siempre que sea necesario.
Que la vida real no es color rosa ni este lunes tiene que ser tristemente azul.
En serio, hazme caso.