SOS Catalunya!

Ja tenim President. Quim Torra, prácticamente un auténtico desconocido para la mayoría de ciudadanos, se convirtió ayer en el presidente número 131 de la Generalitat de Catalunya. Para satisfacción de unos, imagino que de aquellos 66 diputados que lo han permitido contra los 65 que votaron que no; y temor de otros, los que amamos la Catalunya tolerante y pacífica que paradójicamente el independentismo siempre nos ha querido hacer ver. Hasta ahora.

La polémica no se ha hecho esperar en cuanto se han conocido los tuits incendiarios (muchos de ellos ya borrados) que el señor Torra, perdón por lo de señor, se ha dedicado a escribir durante años acerca de «los españoles» calificándonos de expoliadores y sinvergüenzas. Esto, junto con numerosos artículos publicados en los que se retracta como un auténtico xenófobo y racista acerca de todo aquello que no sea catalán en su idea de lo que debe ser Catalunya (aquí podríamos incluir eso de grande y libre que tanto detestan) han hecho saltar todas las alarmas.

Pero, ¿quién es Quim Torra? Abogado, escritor, editor, político… De todo un poco, pero sobre todo, un independentista del sector más duro. Afín a la lucha nacionalista más radical y adepto al ideario filofascista del nacionalismo catalán de los años 30. Torra reivindica a los hermanos Badia como «los mejores ejemplos del indepentismo catalán». Unos señores (perdón otra vez) que bajo el mando de Francesc Macià se dedicaron a utilizar la violencia contra los sindicatos, reventando huelgas y permitiendo también el uso de la fuerza por parte de la patronal nacionalista catalana. Participaron en el atentado frustrado contra Alfonso XIII en 1925 y fueron parte de la proclamación del Estado catalán en 1934. Hasta que en 1936, tras una vida llena de violencia, cárcel y amnistías, en la que se ganaron fama de torturadores y mafiosos, murieron asesinados por los anarquistas de la FAI en plena calle Muntaner. Eso les convirtió en víctimas y después, gracias a sus enraizados sentimientos catalanistas, en mártires por la causa, cosa que sigue estando muy de moda 80 años después.

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Torra también se declara admirador de otro «héroe» ejemplar: Daniel Cardona, fundador en 1922 junto con Francesc Macià de Estat Català, organización política y de combate de carácter insurreccionalista. Cardona fue igualmente activo en la lucha armada junto a los hermanos Badia, impulsando la creación de los escamots, grupos de comandos paramilitares formados por las juventudes de Estat Català y ERC, y de carácter marcadamente fascista tal como quedó patente tras el polémico desfile de 1933 presidido por Macià en el que 8.000 escamots salieron a la calle uniformados con sus camisas verdes e insignias en el pecho, lo que provocó la disconformidad de buena parte del Parlament que catalogó el acto de tipo «francamente fascista con aprendices de nazi».

Quim Torra ha sido participante activo en los diferentes homenajes que se les han hecho durante años a estas figuras de la historia más peligrosa y oscura de Catalunya remarcando que le parece «de justicia recordarlos y agradecerles tantos años de lucha solidaria, ¡qué lección, qué bellísima lección». Es igualmente adepto al grupo Nosaltres Sols!, facción de Estat Català, que cuenta en su haber con textos en los que deja de manifiesto su carácter supremacista: «(…) Por todo esto tenemos que considerar que la configuración racial catalana es más puramente blanca que la española y por tanto el catalán es superior al español en el aspecto racial.» (Fundamentos científicos del racismo, 1980).

Y con todo este caldo de cultivo secesionista más étnico que político, nacionalismo por otro lado que hasta hace no muchos años había sido catalogado de extremista y había sido condenado por el propio catalanismo coherente, no es de extrañar que Quim Torra se haya dedicado a escribir cual propaganda nazi diatribas contra España («país exportador de miserias») y los españoles, calificándonos, entre otras lindezas, de «bestias».

Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana (…) están aquí, entre nosotros. Les repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiano en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos! Viven en un país del que lo desconocen todo: su cultura, sus tradiciones, su historia. Se pasean impermeables a cualquier evento que represente el hecho catalán. Les crea urticaria. Les rebota todo lo que no sea español y en castellano. Tienen nombre y apellidos las bestias. Todos conocemos alguna. Abundan las bestias.»

Siguiendo la misma línea ofensiva y xenófoba, Torra afirma en otro texto que es antinatural hablar en español en territorio catalán o que pasear por las calles de Barcelona debería estar prohibido prácticamente a todos aquellos que no tenemos los ocho apellidos catalanes en nuestro árbol genealógico porque si no, no parece una auténtica Catalunya.

«No, no es nada natural hablar en español en Catalunya. No querer hablar la lengua del país es el desarraigo, la provincialización, la voluntad persistente de no querer asumir las señas de identidad de donde se vive.»

«En Barcelona (…) sales a la calle y nada indica que aquello sean las calles de tus padres y tus abuelos: el castellano avanza, impecable, voraz, rapidísimo. Abres los diarios o miras la televisión y te hablan de cosas que no tienen nada que ver contigo y tu mundo.»

¿Es ésta la idea de una Catalunya independiente? ¿Es ésta la Catalunya que quieren construir? ¿Dónde quedaron los valores de los que hacían gala siempre? ¿Dónde está la Catalunya abierta, tolerante, demócrata y acogedora de la que todos nos sentíamos orgullosos? Desde luego no en manos de un insensato que insulta a millones de personas reiteradamente por supuestas diferencias étnicas y de superioridad racial, fomentando el radicalismo y el odio. ¿Acaso no es esto una forma de fascismo? Trasládenlo a la Alemania de 1930 y me lo cuentan.

«Aquí hay gente (…) que ya se ha olvidado de mirar al sur y vuelve a mirar al norte, donde la gente es limpia, noble, libre y culta.»

Por lo pronto, veremos hasta dónde el recién estrenado President, ahora con el poder en la mano bajo la tutela de Puigdemont en el exilio, es capaz de llevarnos en sus aspiraciones por crear una República catalana cuya vía «no pasa de ninguna manera por la reforma constitucional, sino, sencillamente, por la sustitución de la Constitución española por la Constitución catalana».

Lo único cierto es que la ruptura que vive la sociedad catalana está lejos de resolverse si estamos en manos de un gobierno central mediocre y chapucero y de un gobierno autonómico obcecado desde hace años con una sola idea y ahora además dirigido por un tipo como Quim Torra. Y así seguirán, haciendo alarde de democracia sin tener el más mínimo respeto por ella. Qué asco. Qué vergüenza. Qué miedo. SOS Catalunya!

 

 

Autor: Cristina CG

(De)formación periodista, me cubro y descubro según las circunstancias. Acumulo vivencias y archivo recuerdos. Tropiezo, caigo, escribo y me levanto. CRISTINA CG.

2 opiniones en “SOS Catalunya!”

  1. Que gran verdad has reflejado!!! Ojalá toda esta situación se pueda solucionar….está difícil…..pero teniendo buena voluntad todo se consigue…..Esperemos el milagro….pero tú lo has escrito y descrito muy bien , como siempre lo haces.Mama

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  2. Me sumo a tus palabras. Alguien dijo que, para crear una nación hace falta fabricar pueblos, dar valor histórico a tradiciones, mitos y leyendas, fabricar religiones y, desprecios y enemigos u odios generalizados, añado en los tiempos que corren, equipos de fútbol, por ejemplo, con señas “identitarias” – que diría Goytisolo de sus “Señas de Identidad”-
    A mi parecer, el fascismo no está en oponerse y “destronar” a quién hace méritos para ello, sino en generalizar el odio entre los pueblos, convencerse del supremacismo y despreciar, hasta desearles la exterminación, a quién no comparte u obstaculiza tus argumentos.
    Afirmo que detesto TODO nacionalismo; el primero, el español recalcitrante, que bastante ha tenido que ver, con la actitud reaccionaria provocada. Y puedo expresar mi ferviente deseo de que nos libremos de los detestables manipuladores “españoles” y “extranjeros” llámense Rajoy, Puigdemont, Trump, o como quieran. Pero nunca generalicen ni desprecien a pueblos enteros.
    Cuidaros mucho queridas catalanas y catalanes… O, como decíamos en las viejas izquierdas: “Autovigilancia ideológica, compañeros” me encanta vuestra lengua, vuestra conciencia social, vuestra cultura,… y, también la de otros pueblos en Francia, Galicia, Euskadi, Andalucía, Canadá,… (añade los que quieras) y creo que, en todos, hubo impostores, conquistadores, manipuladores, asesinos,… y otros seres odiosos, despreciables –> lo que implica que, en todos los lugares, lo que más abunda son las víctimas

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