¿Destino?

Dicen que si dos personas están destinadas a estar juntas, terminarán encontrándose al final del camino. Dicen también que cuando te toca, ni aunque te quites; y cuando no te toca, ni aunque te pongas. Dicen que cuando deseamos algo fervientemente el universo conspira para que lo logremos.

Pero, ¿será verdad?

A veces me pregunto si todos tenemos un trazo marcado que vamos sorteando con nuestras propias decisiones según las oportunidades que vamos tomando o rechazando. A veces creo que ni siquiera existe tal trazo, que sería injusto pensar en una vida predeterminada desde el momento de nacer. Y otras creo verdaderamente que sí, que todos tenemos un destino y la clave está en que al no conocerlo no podemos actuar en relación a él ni jugar con ventaja alguna.

Tan sólo nos podemos limitar a vivir en la incertidumbre y a avanzar a través de decisiones, sumando errores y aciertos. Vivimos en constante aprendizaje un presente marcado por un pasado personal pero sin anclarnos a él, modificando las rutas sobre la marcha, creyéndonos libres. Pero esas rutas que escogemos, ¿por qué las escogemos? ¿Instinto, vocación, riesgo, seguridad, confort? O ¿destino?

Yo hoy decido salir con mis amigos o quedarme en casa según mis ganas. Decido aplicar a una oferta de trabajo u otra según mis aspiraciones. Decido viajar a un lugar u otro según mis intereses. Y todo eso no es azar, es certeza.

Pero qué hay de cuando querías quedarte en casa esa noche y en el último momento te convencieron para salir y conociste al amor de tu vida. Qué hay de cuando te dijeron «no» en aquel trabajo, y en otro, y en otro, y en otro… Y al final en la desesperanza la última llave fue la que abrió tu verdadero futuro laboral. Qué hay de cuando las experiencias acontecidas en ese viaje fueron tan fuertes que se reordenó tu escala de valores.

Y ¿qué hay de haber tomado la decisión contraria en cada momento? Si en vez de haber salido aquella noche te hubieras quedado en casa. Si en vez de haberte ido de aquel trabajo todavía estuvieras allí. Si nunca hubieras hecho aquel viaje y hubieras visitado otras culturas… ¿Qué?

No sé si es destino. No sé si lo que decidimos está de alguna forma programado. No sé si la vida nos va llevando por los puentes que tenemos que atravesar o si caminante no hay camino, se hace camino al andar.

No sé si las casualidades existen o no. Pero pienso que hay momentos y situaciones que sí pasan por una razón, aunque no seamos conscientes de cuál es esa razón. A veces el tiempo nos la dará, otras no. Pero lo que es seguro es que todo va dejando huella en nuestro trayecto y lo más importante, involuntariamente, nos lo condiciona. Aunque no queramos esperar a que el destino nos junte al final del camino porque lo bonito será que lo recorramos juntos. Aunque rechacemos la idea de que ahora no puede ser porque no nos toca, ¿y quién dice cuándo nos tocará? Aunque no confiemos en los astros, los horóscopos y la alineación de los planetas pensando que no son más que pamplinas para resignarnos.

Pero lo cierto es que aunque creamos en el libre albedrío y la causalidad, al final todos nos preguntamos alguna vez, en silencio o en secreto, si lo estamos haciendo bien, si el camino es el correcto y si todas estas vueltas que da la vida no son más que el laberinto que nos guía hacia nuestro auténtico y desconocido destino.

Autor: Cristina CG

(De)formación periodista, me cubro y descubro según las circunstancias. Acumulo vivencias y archivo recuerdos. Tropiezo, caigo, escribo y me levanto. CRISTINA CG.

3 opiniones en “¿Destino?”

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.